Sol y Luna

jueves, mayo 18, 2006

El sonido como herramienta de sanación

Muchas culturas reconocieron la importancia del sonido como herramienta de sanación, en las antiguas civilizaciones de India, Africa, Europa, Australia y América. La práctica de utilizar el sonido para sanar y lograr un balance en nuestro ser existe hace muchísimo tiempo.

Podemos hacer un breve repaso para constatar la universalidad de esta herramienta. Los tibetanos usaban campanas, chines, cuencos de metal y cantos armónicos, como fundamentos de sus prácticas espirituales. En Bali, Indonesia, instrumentos resonantes, gong y tambores son usados en ceremonias para amplificar y enviar mensajes. Los aborígenes australianos y los chamanes nativos de América usan tonos vocales y vibraciones de sonidos repetitivos, con instrumentos creados desde la naturaleza, en ceremonias sagradas para armonizar y balancear el espíritu. Los sacerdotes del antiguo Egipto usaban el sonido en sus ceremonias para hacer entrar en resonancia sus centros de energía o chakras.Hay una cierta correlación entre las diferentes partes del cuerpo y ciertos sonidos específicos. Estas técnicas de sanación son muy antiguas. La sanación a través del sonido nos lleva muy atrás en el tiempo, donde el potencial del sonido era combinado con el poder de los cristales. Esta ancestral sabiduría está emergiendo para sanar y elevar la conciencia del cosmos a través de sonidos cristalinos.El sonido de un cuenco de cristal es una forma de medicina vibracional, que nos enseña que todo lo que existe en el universo se encuentra en un estado de vibración y frecuencia. Esta frecuencia-vibración en la que cada persona, lugar u objetos vibran es conocida como resonancia. Los órganos, huesos y chakras en el cuerpo poseen diferentes frecuencias de resonancia.Cuando un órgano o parte del cuerpo está vibrando fuera de su tono, o fuera de su frecuencia armónica, se produce la llamada enfermedad.Cuando el cuerpo está en estado de existencia saludable, cada célula y órgano crea la resonancia que esta en armonía con la existencia completa o universo.La medicina vibracional está basada en que cada desequilibrio o enfermedad nos está mostrando un bloqueo en los canales de energía, arterias, venas, órganos o huesos.Cuando aparece un bloqueo, el órgano en cuestión deja de vibrar en armonía con el resto del sistema, produciendo como resultado algún tipo de enfermedad o desequilibrio. Por medio del principio de resonancia, el sonido tiene la capacidad de armonizar la materia.Esto es lo que convierte al sonido en un instrumento terapéutico capaz de abrir la puerta al equilibrio físico, emocional, mental y espiritual.Quienes utilizan terapéuticamente estos instrumentos, ponen atención a un aspecto fundamental y consideran al sonido como onda portadora de conciencia. Dependiendo de dónde esté situada la conciencia del individuo cuando crea un sonido, la vibración puede transmitir información subliminal acerca de ese saber o esa energía a la persona que lo recibe. También, a través del sonido y la luz, uno puede deshacer, disolver y liberar los bloqueos que originarios del cuerpo etérico o sutil.Los ultrasonidos son utilizados en medicina, desde hace más de dos décadas, como herramientas de diagnóstico. Son empleados por los pediatras, para observar al bebé en estado de desarrollo fetal, y, más recientemente, para destapar venas atrofiadas.Los ultrasonidos trabajan sobre el mismo principio de la luz asociada al sonido y de tonos equivalentes al brillo manifestado en formas.Los cuencos de cristal emiten patrones holográficos puros, cargados de luz radiante, en la octava de sonido en las que vibra nuestro cuerpo etérico.Puesto que el sonido puede ser traducido dentro de la escala del color, el cuerpo puede ser visto como una frecuencia visible que produce un campo áurico coloreado, que refleja estados emocionales de conciencia, así como estados fisiológicos.La fotografía Kirlian ha comenzado a demostrar que el espectro visual, en consecuencia, tiene la misma onda de frecuencia que el espectro auditor.Los cuencos de cristal usan colores específicos que complementan cada centro de energía. Cada color, sonido y forma está relacionado con cada centro.El tono de los cuencos de cristal produce un campo de sonido vibracional que resuena con la luz de los chakras y que corresponde a un área específica del cuerpo.El cuarzo puro contiene todo el espectro de la luz correspondiente a los siete colores del arco iris y a los siete centros de energía (chakras). De esta forma, el escuchar los cuencos de cristal nos sana, induciendo luz pura a través del sonido y emitiendo colores específicos dentro del aura humana. El cuenco actúa como oscilador, amplificador y transmisor de tonos puros.A través de la resonancia cristalina de estos sonidos, se generan ondas de frecuencia en nuestro cerebro que inducen un viaje interior, dentro de un estado alterado de conciencia.Diferentes partes del cerebro son estimuladas, y esto produce hormonas y neuro-químicos que pueden suprimir el pánico, amplificar nuestros talentos creativos y disminuir las adicciones.Edward Bach dice que es fácil comprender a las enfermedades como un reflejo de la desarmonía entre la personalidad física y el estado del alma. Es por esto que es sencillo sanar, balanceando las cualidades magnéticas de los diferentes cuerpos, a través de sonidos cristalinos. Se puede así organizar los patrones de los campos de energía que, últimamente, afectaron la expresión celular, causando desequilibrios o enfermedades.La intención detrás del sonido es de extrema importancia. Con esto, descubrimos que son muy importantes los sonidos que estamos creando. El poder del pensamiento es la intención por la cual creamos la realidad y nada puede ser creado, sin antes haber sido un pensamiento. Por eso, cuando usamos los cristales para sanar, el cristal amplifica los pensamientos programados en él.Los cristales tienen esta asombrosa propiedad y pueden ser usados para brindar una cualidad especial o sensaciones en las personas y, simultáneamente, liberar o reemplazar formas de pensamientos que no son de alta radiancia para el que lo escucha.Los cuencos crean una forma de onda sumamente pura, una onda sinoidal que ha sido probada hasta una distancia de aproximadamente un tercio de milla. Esta onda sinoidal penetra objetos físicos con gran facilidad, teniendo el cuerpo humano grandes potenciales de resonancia con este tipo de onda.Este sonido ingresa hasta la última partícula del cuerpo, pudiendo sentir vibraciones aún cuando el sonido no es verificable para los oídos.